Una de las vitaminas importantes dentro del grupo de los liposolubles viene a ser la conocida como K, la cual también suele ser mencionada bajo el nombre de fitomenadiona, siendo su función principal el poder servir como de gran ayuda para poder generar glóbulos rojos y así mantener en nivel común la coagulación de la sangre en el cuerpo y también evitar las hemorragias constantes.
En cuanto a donde poder conseguir la tan ansiada vitamina K, debemos tener en cuenta que existen hasta unas tres variantes al respecto de ella. Por ejemplo, la denominada K1 se llega a obtener dentro de alimentos como el hígado, tomate, cereales y toda clase de vegetales que posean naturalmente hojas verdes oscuras. Luego de ello tenemos a la denominada vitamina K2, la cual se produce a nivel corporal gracias a una clase de bacteria intestinal que muy poco común pueda que sufra de insuficiencia. Para terminar nos encontramos con la K3, la cual es una variante de carácter sintético de lo que es la K2 que se le puede recetar a aquellas personas cuyo metabolismo no pueda generarla de en cantidades comunes.