La gastritis comienza con una especie de dolor en la cavidad abdominal, con acidez, como algo que quema, que se extiende por el esófago y la garganta hasta estar por todo el pecho y la boca, y se llega a tener un mal sin sabor.
Otras molestias comunes son el dolor en la zona abdominal, nauseas, hinchazón, digestiones pesadas, sensación de estar llenos y en algunos casos más severos, sangrados. Asimismo, hay que prestar atención a los dolores parecidos a calambres en el estómago, fatiga crónica y dolor lumbar.
También se puede sufrir de gastritis cuando se observa un aumento excesivo de gases en el cuerpo, si se tiene muchos eructos o flatulencias o por la presencia de hipo con frecuencia.
Cabe resaltar que esta enfermedad puede aparecer rápidamente o ser parte de un problema de larga duración. Además, una gastritis mal curada conlleva al reflujo gastroesofágico que es el traslado del material gástrico al esófago, percibido por el paciente como ardor en mitad del pecho que mejora con los eructos.
Es fácil de tratar reduciendo todo tipo de causas que se tengan especialmente eliminando la bacteria si es que la tiene.
Existen una serie de remedios caseros para la gastritis como hierbas que se deben ingerir en infusiones.