Un virus es un agente infeccioso microscópico acelular, que solamente puede replicarse dentro de las células de otros organismos.
No todos los virus provocan enfermedades; muchos se reproducen sin causar ningún daño al organismo infectado, pero algunos pueden producir infecciones permanentes o crónicas cuando el virus continúa multiplicándose en el cuerpo, evadiendo los mecanismos de defensa del huésped.
Algunos virus pueden mutar dentro de las células huéspedes, reforzando sus defensas contra diversos antivirales, proceso conocido como mutación.
Estructura
Están constituidos por genes que contienen ácidos nucleicos que forman moléculas largas de ADN o ARN, rodeadas de proteínas.
¿Cómo se reproducen?
Al infectar una célula, estos genes «obligan» a la célula anfitriona a sintetizar los ácidos nucleicos y proteínas del virus para poder llegar a formar nuevos virus.
Los virus no se pueden replicar por sí solos. Necesitan infectar células y usar los componentes de la célula huésped para hacer copias de sí mismos. A menudo, el virus daña o mata a la célula huésped en el proceso de multiplicación.
Transmisión
Los virus se diseminan de muchas maneras diferentes y cada tipo de virus tiene una forma de transmitirse. Algunos se propagan por el aire a través de estornudos y tos, otros por vía fecal-oral, por contacto con manos, alimentos y agua contaminada, por contacto sexual o por exposición a sangre infectada.
Ejemplos
• Coronavirus
• Herpesvirus humano 6
• Norovirus
• Ortomixovirus
• Rinovirus
• Virus de la varicela zóster
• Virus del herpes simple
Enfermedades
• Ébola
• Gripe
• Gripe aviar
• Hepatitis
• Herpes
• Mononucleosis infecciosa
• Paperas
• Poliomielitis
• Resfriado
• Rubeóla
• Sarampión
• SARS
• Sida
• Varicela
Prevención y Tratamiento
La primera línea de defensa del organismo contra los virus es el sistema inmunitario innato. Cuando el sistema inmunitario encuentra un virus, produce anticuerpos específicos que se unen al virus y lo hacen no infeccioso.
Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus. Los enfoques médicos más eficientes para enfrentarse a las enfermedades víricas conocidos hasta ahora son las vacunas, que ofrecen resistencia a la infección, y los antivirales.