El ejercicio es una de las actividades más saludables en las cuales podemos incursionar sobre todo en la temporada de verano, para cada vez lucir mejores abdominales y gozar de un estado anímico fresco y contagiante. Si estás ya inmerso en el mundo del deporte y deseas evitar las tediosas “agujetas”, este post es para ti, pues te daremos unos consejos para zafar de este incómodo problema.
Una agujeta es un daño muscular que se produce con el ejercicio y que tiene como consecuencias una disminución temporal en fuerza y rendimiento y por supuesto, las agujetas que los científicos conocen como dolor muscular de origen retardado. Estos dolores están también caracterizados por hinchazón y dolor al tocar, estirar y mover el músculo lesionado.
Es importante tomar en cuenta que estos síntomas empiezan a salir varias horas (un promedio de 24 horas), después de la actividad y generalmente alcanzan su punto más doloroso entre las 48-72 horas.
Los principales conejos que debes seguir para combatir este terrible dolor post ejercicio son:
Incrementar gradual y adecuadamente es más útil. No eleves demasiado la intensidad, volumen (series y repeticiones) ni carga de repente en tu rutina habitual. Lo único que consigues con exceder de golpe, son unos cuantos días con incomodidad.
Al realizar un movimiento o ejercicio nuevo es mejor hacerlo con una carga no muy alta ni con un volumen agotador. Volumen es el número de series y repeticiones.
Ten presente que el entrenamiento de pliometría (con saltos) provoca muchas agujetas así que es mejor empezar con este tipo de movimiento gradualmente, aumentando a lo largo de semanas.
Si saltas de rutina a rutina y programa a programa, muchos cambios pueden generarte agujetas. Tener un buen plan semanal de entrenamiento y seguirlo con constancia.
Hacer estiramientos previos y post ejercicio también es una excelente alternativa para evitar los calambres.
Sigue estas pautas y reducirás considerablemente el intenso dolor que generan las agujetas.