Los remedios naturales son muy efectivos para tratar diversos males que nos aquejan y también es ideal para quienes optan por este tipo de medicina que en algunos casos son más baratas y cómodas para injerir. En este post revisaremos las virtudes del castaño de indias también conocido como nuez de la India, una planta medicinal cuya semilla, corteza, flores y hojas sirven para curar.
El castaño de indias posee cantidades significativas de un veneno que lleva el nombre de “esculina” que si no se aplica de manera correcta, puede causar la muerte al comerse crudo.
Las semillas de castaño pueden utilizarse en el tratamiento de varias enfermedades várices, y también para aquellas que padecen las insufribles hemorroides y las venas hinchadas (flebitis). En caso de diarrea también son aconsejables, al igual que cuando se produce un agrandamiento de la próstata y fiebre.
Estas milagrosas semillas se procesan de modo que los productos químicos activos se separan y se concentran. El resultado de este “extracto” se emplea también para tratar un problema llamado: insuficiencia venosa crónica.
Pero no solo la semilla es aprovechable en esta planta, pues la hoja del castaño de indias se emplea para el eczema, dolores menstruales, hinchazón de los tejidos blandos que se producen por una fractura ósea y torceduras. Asimismo alivia la tos, artritis y el dolor en las articulaciones.
La corteza de las ramas del castaño de indias trata la malaria y la disentería. Sin embargo se ha probado que éstas se pueden aplicar a la piel para el lupus y las úlceras de piel.
Por último el castaño de indias resulta muy eficaz para los problemas circulatorios. Tomar el extracto de semilla del castaño de indias puede contrarrestar los síntomas de la mala circulación sanguínea: como venas varicosas, dolor, cansancio, hinchazón de piernas, pico y retención de agua. Es muy importante valorar y reconocer todo lo que la naturaleza nos ofrece a través de los estudios de la medicina natural.