La piel de cristal, piel de mariposa o epidermólisis bullosa es una extraña enfermedad sumamente dolorosa que afecta la piel, volviéndola frágil, débil y extremadamente sensible y vulnerable. La enfermedad se caracteriza por el desprendiendo la piel con el más mínimo roce o contacto, formando así ampollas y heridas que parecen quemaduras. Las úlceras son tan crónicas que en algunos casos los pacientes pueden generar cáncer de piel.
La epidermólisis bullosa no solamente afecta sobre todo la capa externa de la piel, en especial las manos, los pies, los codos y las rodillas, pero también afecta las mucosas oculares, cavidad oral, vía urinaria, esófago y faringe.
La epidermólisis bullosa es una enfermedad no contagiosa, transmitida genéticamente, la cual suele manifestarse al nacer o a los primeros meses de vida. La enfermedad puede transmitirse si uno de los progenitores tiene la enfermedad o si ambos progenitores son portadores de un gen enfermo que trasmite la enfermedad. Su incidencia es muy rara y se da en 1 en 50.000 a 100.000 nacidos vivos.
Si bien es cierto que esta enfermedad no se cura, existe un tratamiento y consiste en realizar curaciones con vendas, mallass de vaselina y cremas antibióticas para contrarrestar las infecciones. Asimismo la piel se debe proteger con vendas especiales. En cuanto a la ropa, ésta debe utilizarse al revés y ser de 100% algodón. También se administra hierro intravenoso y vitamina D.