Un detalle importante para el matrimonio es la elección del vestido de novia y para ello se cuenta con opciones variables. Antes de hacer la compra es fundamental tener en cuenta tres aspectos. En primer lugar, si la celebración civil o religiosa se llevará a cabo en un lugar abierto o cerrado. Segundo, ser consciente de la estación del año y el momento del día a desarrollarse la boda. Y por último, recordar cómo van a ir vestidos los invitados, comúnmente puede ser formal pero siempre hay excepciones según esté planeada la boda. Luego de tener claro estos tres aspectos la novia escogerá un modelo sencillo o exclusivo donde se sienta cómoda y segura, así irradiará naturalidad. No obstante, según el modelo de vestido elegido se adecuará el estilo del peinado, el maquillaje, el velo, el ramo, entre otros accesorios.
Decidirse por el ramo o bouquet es para muchas novias una dificultad. Además, la ceremonia, el lugar del banquete y la época del año en la que se celebrará la boda también determinan la confección del mismo. El tamaño de la novia influye en el ramo, así es, para las novias altas es recomendable la confección de alargados y voluminosos para endulzar su aspecto. Para las novias bajas son preferibles los ramos cortos con flores pequeñas y formas redondeadas. El tono de piel y color del cabello juega un papel esencial para la elección del bouquet de tal manera que las morenas pueden elegir colores vivos, mientras que las rubias deben decidirse por los tonos blancos y pastel.
Si la novia irá acompañada con damas de honor lo ideal es que el color de sus vestidos debe ser de un tono fuerte pero que combine con las flores que componen el bouquet de la novia.