Inositol es un compuesto orgánico de la familia de los polioles o polialcoholes, un isómero natural de la glucosa. Se trata de un nutriente del complejo de la vitamina B que el cuerpo necesita para funcionar y mantenerse sano.
Se utiliza terapéuticamente para tratar la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno de pánico, la bulimia, el trastorno obsesivo-compulsivo, la enfermedad de Alzheimer, el trastorno por déficit de atención y la neuropatía diabética.
Funciones
El inositol tiene la función de ayudar al hígado a procesar las grasas así como a contribuir al funcionamiento de los músculos y los nervios.
Es necesario para el buen estado de las células nerviosas y para el metabolismo de los lípidos, ya que es responsable de la creación de neurotransmisores.
También se involucra en la circulación sanguínea y reduce el colesterol.
Asimismo sirve para el buen estado de la piel y el cabello.
Además contribuye a la buena capacidad reproductiva y para el buen estado del sistema digestivo.
¿Dónde se encuentra?
El inositol está presente en una alta variedad de alimentos, como frutas, legumbres, cereales, nueces, vísceras y carnes de los animales y leche.
Además de esto, el organismo es capaz de crear inositol, en sus propios órganos. Se encuentra en altos niveles en el cerebro y en el hígado.
Asimismo se puede encontrar en cápsulas y comprimidos.
Dosis
Se recomienda la ingesta de 300 a 500 mg diarios de inositol.
Contraindicaciones
Los niños, las mujeres embarazadas o en etapa de lactancia así como los pacientes con enfermedad renal o hepática deben abstenerse de su uso.
Efectos Secundarios
El exceso de inositol puede provocar diarreas.
Carencia y Enfermedades
La carencia de esta sustancia, puede acarrear problemas de salud como esterilidad, dermatitis, debilidad y caída del cabello, ceguera nocturna, insomnio, angustia, depresión, estrés, estreñimiento, trastornos endocrinos metabólicos y síndrome de ovarios poliquísticos.