El zinc es un mineral nutricional esencial para los seres humanos, un elemento químico indispensable para que las personas estén sanas.
Características
La mayoría del zinc se encuentra en el cerebro, los músculos, los huesos, el riñón y el hígado, con las concentraciones más altas en la próstata y las partes del ojo.
El semen es particularmente rico en zinc, siendo un factor clave en la correcta función de la glándula prostática y en el crecimiento de los órganos reproductivos.
Beneficios
Interviene en el metabolismo de proteínas y ácidos nucleicos, y estimula la actividad de diferentes enzimas.
Ayuda a que el sistema inmunitario funcione apropiadamente, colaborando a que el sistema de defensa del cuerpo pueda combatir bacterias y virus.
Es elemental para la regeneración de los tejidos celulares y para la síntesis del ADN.
Es necesario para la cicatrización de las heridas.
Interviene en las percepciones del gusto y el olfato.
Aumenta la testosterona en sangre indirectamente, funcionando como coenzima en el metabolismo de las hormonas masculinas.
Deficiencia
La deficiencia de zinc se puede deber a la deficiente ingesta y la mala absorción del mineral a causa del alcoholismo, de las dietas vegetarianas o a desórdenes digestivos.
La deficiencia de zinc perjudica al sistema inmunitario.
También genera retardo en el crecimiento.
Puede producir pérdida del cabello, lesiones oculares y de la piel.
Asimismo genera la pérdida de apetito, pérdida de peso, diarrea, impotencia, tardanza en la cicatrización de las heridas y anomalías en el sentido del olfato y el gusto.
Por si fuera poco puede causar trastornos del humor y neurodegeneración, como depresión y Alzheimer.
Exceso
El exceso de zinc también conocido como hipercincemia, se ha asociado con bajos niveles de cobre, alteraciones en la función del hierro, disminución de la función inmunológica y de los niveles del colesterol bueno (HDL), vómitos, diarrea, dolores de cabeza, daños a los riñones y depresión mental.
¿Dónde encontrarlo y cómo consumirlo?
El zinc se encuentra en diversos alimentos, especialmente en aquellos ricos en proteínas (ostras, carnes rojas, carne de cerdo, cordero, aves, pescados y mariscos). Otras fuentes ricas en zinc son los frutos secos (habas y nueces), frijoles, cereales, granos enteros, levadura y productos lácteos.
Existen también suplementos que se venden solos combinados con otros minerales o vitaminas.