El clonazepam es un fármaco de tipo benzodiacepínico que actúa sobre el sistema nervioso central disminuyendo la actividad eléctrica anormal del cerebro. El clonazepam cuenta con propiedades ansiolíticas, anticonvulsionantes, miorrelajantes, sedantes e hipnóticas, y se usa para tratar las crisis mioclónicas, los trastornos de ansiedad y los trastornos del sueño.
El clonazepam se comercializa bajo los nombres de Rivotril, Klonopin, Ravotril, Clonagin, Zatrix, Neuryl y Diocam, y se puede encontrar disponible en tabletas normales y supositorios.
La dosis para niños no debe exceder los 0.05 mg/día, mientras que la dosis para adultos no debe exceder de 1,5 mg/día.
El medicamento tiene una vida media intermedia que fluctúa entre las 30 y 40 horas.
La eliminación del clonazepam es lenta debido a que los metabolitos activos pueden permanecer en la sangre durante varios días e incluso semanas.
Las personas hipersensibles, embarazadas, en etapa de lactancia o con insuficiencia hepática no deben consumir el fármaco.
Entre los efectos secundarios de clonazepam encontramos somnolencia, confusión, náuseas, disminución de reflejos y dificultades en la coordinación psicomotora, mareos, nerviosismo, cansancio, alteraciones del comportamiento, debilidad, pérdida del equilibrio, amnesia, mayor salivación, dolor en músculos o articulaciones, ganas frecuentes de orinar, visión borrsa y cambios en el deseo o la capacidad sexual.