El paracetamol, también conocido como acetaminofén es un fármaco analgésico y antipirético, pero sin propiedades antiinflamatorias para el control del dolor leve o moderado del dolor, y es que se encarga de inhibir la síntesis de prostaglandinas y bloquear la generación del impulso doloroso a nivel periférico.
El medicamento se encuentra disponible en solución oral, solución gotas, tabletas y supositorios.
El paracetamol es un medicamento sumamente usado contra la gripe, el resfriado común, afecciones articulares, dolores de cabeza, dolor de oídos, neuralgias, fiebre, infecciones virales y los procedimientos quirúrgicos menores, debido a su dosis segura, bajo precio y alta disponibilidad. Además, a diferencia de otros analgésicos, no altera el estado de ánimo ni genera adicción.
La marca más conocida de paracetamol es Panadol, la cual se vende en 80 países de Europa, América Latina, Asia y Australia, aunque también vale la pena señalar el caso de otras famosas marcas como Tylenol, Anacin 3 y Datril.
El paracetamol se absorbe de manera rápida y se distribuye por todos los tejidos, y se metaboliza principalmente a nivel del hígado.
Debido a que el paracetamol se metaboliza en el hígado, se debe administrar con precaución en pacientes con daño hepático. Tampoco es recomendable administrar por periodos prolongados ni en mujeres embarazadas.
La dosis correcta para adultos es entre 325 a 1000 mg cada 4 horas.
Algunas reacciones secundarias y adversas del paracetamol son náuseas, vómitos, dolores epigástricos, somnolencia, y erupciones cutáneas.
Es importante señalar que el paracetamol tiene un índice terapéutico muy ajustado, es decir que el máximo de la dosis normal (4 gramos al día en adultos) es cercano a la sobredosis.