El uso de tacones también puede llegar a presentar sus restricciones, por ejemplo el caso de las mujeres embarazadas, quienes deben tener un mayor cuidado con respecto a esta clase de temas para no terminar poniendo en riesgo su salud. Esto responde a algo muy simple, la mujer al entrar en etapa de embarazo comienza a ganar peso y su figura corporal cambia drásticamente mientras más meses pasan, con ello el centro de gravedad del cuerpo cambia de manera constante. Los tacones de por sí no están destinados a tener el apoyo necesario para que el cuerpo de la embarazada puede tener un mejor apoyo corporal, siendo esto mucho peor si es que nos vamos a referir a los de taco alto.
Ese no es el único problema que se llega a tener con respecto a los tacones y las embarazadas, tengamos en cuenta que la mujer en estado de gestación se encuentra en un proceso de cambios hormonales, causando lo que viene a ser un aumento en la relaxina, una hormona que se encarga de ablandar y estirar tanto los ligamentos y músculos de todo el cuerpo. Lógicamente los tacones se vuelven grandes enemigos de la mujer por ello, haciendo que sea más fácil poder tener lesiones como torceduras, esguinces e inclusive la fractura de algún hueso. Lo mejor es optar por zapatos pegados al nivel del suelo e inclusive sandalias de playa, siendo lo primordial la comodidad antes que la posibilidad de sufrir problemas de salud.