El cáncer es una de las enfermedades más tristes que puede suceder al ser humano. Con el paso de los años muchas tecnologías han iniciado la lucha por desterrar esta enfermedad y si bien se han logrado varios progresos aún la carrera continúa. Uno de los procesos más comunes para tratar este tipo de mal es la quimioterapia y en este post conoceremos de qué se trata.
La quimioterapia es el uso de fármacos que buscan acabar con las células cancerosas y a la vez evitan que estas crezcan y se dividan en más células. Las células cancerosas en general crecen y se dividen más rápido que las células sanas, este procedimiento también alcanza a destruir a algunas células en buen estado.
Es importante conocer que los fármacos de la quimioterapia son fuertes y causan daño a muchas células que están en crecimiento, produciendo de esta manera efectos secundarios. Los fármacos fuertes que llevan a cabo la quimioterapia son conocidos como quimioterapia estándar, tradicional o citotóxica.
Ahora, muchos de los tipos de fármacos también suelen servir como tratamiento para el cáncer. Algunos de los más recientes se conocen como fármacos dirigidos dado que dañan las células cancerosas y bloquean los genes o las proteínas que se encuentran en ellas. Estos tratamientos atacan específicamente a las células cancerosas y provocan efectos segundarios que por lo general no dañan tanto a las células sanas.
Otros tipos de terapias en la lucha contra el cáncer son las hormonas y fármacos que se complementan al sistema inmunitario para tratarse. Estamos seguros que con el paso de los años la ciencia buscará contrarrestar este tipo de inconvenientes para hacer que el tratamiento contra el cáncer sea específico y eficiente sin necesidad de dañar las células sanas al punto de tratar grados muchos más avanzados. Es cuestión de tiempo.