El mundo de la estética presenta muchas variantes al momento de querer brindarnos un rostro más bello e impecable, se emplean diversos métodos que hoy se han vuelto mucho más convencionales, como por ejemplo la extensión de cejas.
Por mucho tiempo se ha dicho que el rostro es el espejo del alma, pues es como nuestra carta de presentación ya que todo mundo nos ve. Cada pequeño detalle del rostro debe estar cuidada: párpados, mejillas, labios, pestañas y cejas.
Unas cejas con grosor y color adecuado resaltan la mirada, destacan las facciones del rostro y redundan sobre nuestra belleza, pero algunas mujeres carecen de ellas. Esto puede deberse a muchas depilaciones en esa zona, por tratamientos químicos o médicos que también hicieron que se pierda el vello o simplemente por ausencia de las mismas desde nacimiento.
El funcionamiento de las extensiones de cejas se parece al de pestañas. Cada ceja cuenta con un tipo de cabello y grosor. Primero analizamos el color y tipo de pelo de nuestra ceja natural y luego decidimos por el tipo de color y pelo que encaje perfecto.
Cada vez que vas a un centro de belleza ellos te asesoran en base a la ceja que deseas con forma y grosor que destaca la expresividad del rostro. Cuando ya está escogido se comienzan a trabajar sobre la zona deseada poniendo los pequeños pelos de visión junto al vello real. Estos vellos son muy similares y la aplicación es realmente sencillo.
Antes de comenzar se realiza una limpieza, paso muy importante pues es bueno eliminar la grasa de la piel de modo que el pegamento se adhiere mejor. También se retira el exceso de vellos de la ceja natural para poder colocar más fácilmente el pegamento sobre el cual se adherirán los pelos de visión.