Muchas medicinas contribuyen a la mejora del ser humano en diferentes patologías. El post de hoy se basa en un medicamento conocido por su sabor amargo y difícil de pasar que es muy difícil de administrar a niños. Estamos hablando de la Prednisolona, el metabolito activo de la prednisona. Conoceremos más de este medicamento.
La prednisolona es un fármaco corticosteroide predominantemente glucocorticoide de baja actividad meneralocorticoide que suele aplicarse para mejorar muchas de las inflamaciones y condiciones de enfermedades autoinmunes. Entre las enfermedades más comunes tenemos: el asma, artritis reumatoide, Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, esclerosis múltiple, cefalea en racimo, y lupus eritematoso sistémico.
Sin embargo también se puede usar la prednisolona como un fármaco inmunosupresor para llevar a cabo una terapia de trasplante de órganos. Al ser un producto esteroide adrenocortical que se elabora con una suspensión estéril oftálmica, empleada para aminorar inflamaciones, enrojecimiento, picor y reacciones alérgicas puede afectar al ojo.
Al tomar prednisolona, como todo corticosteroide inhibe la reacción inflamatoria de una cantidad de agentes incitatorios, sirviendo como retardante y ayudando a la curación. Pueden inhibir edemas, disposición de fibrina, dilatación capilar, migración de leucocitos, proliferación capilar, depósito de colágeno y las formaciones de cicatrices que guardan relación con la inflamación.
En la actualidad no hay una explicación exacta del mecanismo de acción de los corticosteroides oculares, a pesar de ello se cree que trabajan induciendo a las proteínas inhibidoras de la fosfolipasa A2 que reciben el nombre de lipocortinas. Las investigaciones se refieren a estas proteínas como controladoras de la biosíntesis de poderosos medidores de la inflamación como prostaglandinas y leucotrienes que corta la liberación del ácido arquidónico. Cuando este ácido es liberado a través de los fosfolípidos de la membrana por la fosfolipasa A2, la prednisolona como corticosteroide puede generar un incremento de la presión intraocular.