La Hepatitis B es una enfermedad que se produce por la infección del virus que lleva su nombre, caracterizándose por causar una hinchazón notoria en el hígado, causando también un daño grave a este órgano del cuerpo. En un inicio puede no resultar fácil saber si es que uno se encuentra infectado por Hepatitis B debido a que puede no presentar síntomas notorios, aunque también puede ocurrir todo lo contrario, entrando el individuo en un estado conocido como hepatitis fulminante, donde la enfermedad ataca notoriamente. Aparte está la hepatitis B crónica, cuando el cuerpo no es capaz de liberarse del mal con el paso de las semanas, pudiendo pasar el virus si es que no están enteradas de su estado de salud.
Viendo los síntomas que suelen presentarse con la Hepatitis B hallamos el constante dolor en las articulaciones y músculos, fatiga constante, fiebre, nausea, vómito, falta de hambre y piel de tono mucho más amarillento. Con el paso del tiempo, en el caso de la hepatitis crónica se puede presentar daño hepático crónico y cirrosis.
En cuanto a las formas en las que uno puede terminar siendo contagiado hallamos las transfusiones sanguíneas, relaciones sexuales sin mayor protección de por medio, el compartir elementos de uso diario e higiene también con personas afectadas.