En el caso de no gustar del uso de los lentes comunes o bien sentirse completamente incómodo con su uso bien se puede terminar optando por los famosos lentes de contacto, una alternativa considerable como prácticamente “invisible”, siendo unos pequeños lentes que se colocan justamente sobre la capa lagrimal, encargándose además de cuidar y lubricar la córnea. Pese a su utilidad hay que tener un gran cuidado con ellos, tanto por poder perderse gracias a su pequeño tamaño como también por su higiene ya que entran en amplio contacto con el globo ocular.
Los lentes de contacto de medida requieren de un cuidado especial, más de lo que recibiría unos comunes, comenzando con el hecho de que siempre deben guardarse en su estuche estéril haciendo que estos mismos nunca se encuentren secos. Así mismo, la práctica de actividades acuáticas con estos puestos está completamente prohibida, a esto se le debe sumar la higiene especial que manejan, exclusiva de líquidos formulados especialmente para esta labor. Debe evitarse usar agua oxigenada, alcohol u otros casos similares.