Aparte de esta clase de casos en los que joyas peculiares ganan precios impresionantes gracias a su historia aparte de su valor como joya bien se debe resaltar el caso de algunos materiales impactantes para la joyería.
El valor de una joya vale decir que es más alto mientras más inaccesible termina siendo su material de producción, existen piedras preciosas que se vuelven casi imposible de hallar. Un claro ejemplo de todo lo mencionado es la Jadeíta, la variedad más rara del jade común, siendo los lugares donde se ha podido encontrar países del continente asiático; en las alturas del Tíbet y otras regiones de China se han descubierto restos de este insumo así como en algunas áreas de Centroamérica. Su valor es increíble, tres millones de dólares por cada quilate.
Debajo de la Jadeíta podemos hallar al diamante rojo, el cual pese a ser retrado por la cultura popular como la variante más popular de esta clase de joyas termina siendo la más requerida por parte de los coleccionistas millonarios debido a su rareza. Así mismo, cada lugar donde se suelen hallar estos diamantes únicamente rescatan pocos de ellos, todo esto hace que su valor llegue a los 2.5 millones de dólares por quilate.