No todas las personas manejan la misma clase de cutis, en total hay cinco clases distintas, todas ellas con sus propias características y cuidados propios, lo que le hace bien a una puede que a otra no. El cutis seco es aquel que se presenta reseco y escamoso, dificultando las visión de los poros; el cutis normal es aquel que se presenta húmedo más no grasoso; cutis mixto es el que presenta resequedad y piel grasa por partes; el cutis graso es el que presenta los poros obstruidos y piel brillosa y grasosa; por último, el cutis sensible es el que se irrita fácilmente siendo posible su aparición junto a los otros tipos de cutis.
En el caso de que reconozcas la clase de cutis que tengas, recuerda que debes comprar productos con relación a ello, otra clase de cremas o utensilios no te brindarán un efecto tan óptimo. A pesar de ello, se puede recomendar ciertas clases de cuidados básicos que bien pueden funcionar en cualquiera de los casos.
Primeramente, se puede aprovechar los efectos beneficiosos de ciertos alimentos para poder mejorar el cutis. Uno de estos es el pepino, del cual se puede resaltar el preparado llamado “leche de pepino” realizado mediante el licuado de uno de estos vegetales y su aplicación en el rostro mediante gasas. Entre otros productos alimenticios que pueden tener efectos favorables en el cutis está la avena, la cual se debe preparar como un hervido en agua para luego usarlo en el rostro, y la leche, la cual acompañada con una cucharada de miel puede tener efectos muy favorables.
Para problemas de arrugas en el cutis, lo mejor es optar por una mascarilla. Una buena mascarilla casera es la que combina media palta (aguacate), una cucharada de zumo de limón, dos de zumo de zanahoria y un poco de nata. Se vierte esta mezcla en el rostro y se deja por 20 minutos por sesión, luego de ello se retira y se limpian los restos con agua.
La carboxiterapia es un método bajo el cual se aplican unas microinyecciones del mencionado elemento químico, las cuales logran una hiperdistención en el tejido subcutáneo al haber sido inyectado el CO2, el organismo detecta un desequilibrio en la oxigenación local. Así, con el fin de compensar esta situación, la oxihemoglobina aumenta el suministro localizado de CO2, lo cual provoca un efecto vasodilatador y un incremento de la oxigenación del tejido. A su vez, la hemoglobina va absorbiendo el CO2 que se va introduciendo en el organismo, el cual cede el oxígeno a los tejidos, mejorando aún más la oxigenación local. Todo esto repercute en un aumento de la velocidad del flujo sanguíneo y la apertura de capilares que en condiciones normales se encontrarían cerrados.
Además de lo anterior, con la arboxiterapia mejora también el tono de la piel, ya que las toxinas desligadas durante el proceso se eliminan a través del sistema linfático. Como vemos este tratamiento usa uno de los principales terrores actuales a favor de la salud. El CO2 ya no va a ser conocido sólo como el responsable del calentamiento global, sino también como un excelente recurso médico y estético.
Otro de los novedosos tratamientos faciales es el perfiloflash, este tratamiento es uno de los más completos dentro de los dirigidos al rejuvenecimiento facial.