El lenguaje inclusivo también conocido como lenguaje no sexista o lenguaje incluyente es una tendencia social que tiene que ver con expresarse oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad en busca de una sociedad más igualitaria. Se trata de un tema muy debatido entre quienes apoyan a los movimientos feministas y la teoría queer, y los conservadores. ¿Estás de acuerdo o en contra?
Características
El lenguaje inclusivo se caracteriza por utilizar un vocabulario neutro con palabras como persona, y pronombres indefinidos como alguien, nadie o cualquiera; y adjetivos indefinidos.
Evita el uso del masculino genérico.
Acepta la versión femenina de sustantivos (académica, presidenta, jefa, gerenta, abogada, jueza, etc).
Asimismo, se emplea pares de femenino y masculino (los niños y las niñas, las señoras y los señores, etc).
Es usual hacer uso de la barra [/] o los paréntesis [()] para explicitar el femenino.
Hace uso de estructuras no binarias como la terminación de palabras con la vocal «e», o los símbolos «x» y «@», para expresar indeterminación genérica. Por ejemplo, el uso del pronombre «elle»/«elles».
Consejos
Al dirigirnos a alguien conviene usar las formas de tratamiento (título de cortesía), el pronombre personal y los adjetivos que concuerden con su género.
También es importante evitar expresiones con connotaciones negativas y estereotipadas como los hombres no lloran o actúa como una niña.
Utilizar los cargos de la persona en femenino en el caso de la mujer: presidenta, jefa, jueza, auditora.
Es usual hacer uso de sustantivos colectivos para referirnos a conjunto de personas como comunidad, ciudadanía, personal, cuerpo diplomático, equipo de investigación, etc.
Se recomienda usar el infinitivo y el gerundio.
Se sugiere evitar formas que suponen heterosexualidad prefiriendo formas neutras como pareja, relación, cónyuge en lugar de novio o novia; marido, esposo o esposa.