El derecho a la libertad es un derecho sagrado, imprescindible y fundamental para vivir en una sociedad justa y abierta. Según la declaración Universal de Derechos Humanos, toda persona tiene derecho a la libertad, ya sea de pensamiento, de conciencia, de religión, de creencia, de expresión, y a la manifestación de las mismas, ya sea de manera individual o colectiva.
El derecho a la libertad se debe dar tanto en el espacio privado como en el público. La persona no debe ser restringida ni hostigada a causa de sus opiniones y difusión de las mismas a través de cualquier medio de expresión.
La libertad de expresión únicamente puede ser limitada cuando se actúe en contra de los valores morales que inciten al odio, a la violencia, al racismo y a la discriminación.