La lepra también conocida como enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa crónica producida por el bacilo acidorresistente Mycobacterium leprae. Afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, sobre todo a personas pobres del medio rural de países en vías de desarrollo.
Historia
La lepra es una enfermedad antigua que afecta a la humanidad desde hace al menos 4000 años. Ha sido descrita en textos de la India, Egipto e incluso en la Biblia. A lo largo de la historia, los enfermos con lepra eran condenados al ostracismo por sus comunidades y familias pues se pensaba que las personas enfermaban como castigo divino por sus pecados y se solía relacionarla con la lujuria y la promiscuidad.
La eliminación de la lepra como problema de salud pública se logró en todo el mundo en 2000.
Síntomas
Le lepra provoca lesiones en la piel como úlceras, ampollas, enrojecimiento, erupciones y pérdida de color.
También genera daños en los nervios, sensibilidad reducida del tacto, entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies así como dolor en las articulaciones y pérdida de la sensación de temperatura.
Sus complicaciones más severas son la desfiguración, la deformidad y la discapacidad.
Contagio
La lepra se transmite con frecuencia a través de las gotitas que se expulsan de la boca o la nariz, por medio de contactos cercanos y frecuentes con personas que no han recibido tratamiento.
Para que el contagio se lleve a cabo debe conjugarse un enfermo que actúe como agente infeccioso y otra persona sana con una predisposición especial.
Tratamiento
La lepra es una enfermedad curable en un plazo de 6 a 12 meses con un tratamiento compuesto por varios fármacos antibióticos y esteroideos.
Prevención
La prevención consiste en evitar el contacto físico cercano y prolongado con personas enfermas, y que no hayan sido sometidas a tratamiento.