El vértigo es una sensación incómoda, pero pasajera que provoca impresión de movimiento, inestabilidad o mareos. El vértigo se puede producir a raíz de la disfunción de la columna cervical o del oído interno.
Existe una manera de compensar y curar el vértigo, a través de ejercicios vestibulares en los cuales se trabaja el equilibrio y la postura del cuerpo.
El ejercicio de Brandt-Daroff consiste en sentarse en la cama y luego acostarse sobre un lado con la nariz apuntando hacia arriba aproximadamente en un ángulo de 45 grados. Debemos permanecer en dicha posición unos 30 segundos, y luego volver a la posición inicial. Debemos repetir el ejercicio para el lado contrario.
Otro ejercicio infalible son los movimientos cervicales. Para ello nos sentamos y giramos la cabeza de derecha a izquierda, con los ojos abiertos, imaginando una línea recta, la cual debemos seguir con la mirada. Luego procedemos a inclinar la cabeza hacia un lado y luego al otro, concentrando la mirada en un punto fijo. Finalmente realizamos círculos con la cabeza, igualmente, manteniendo la mirada en un punto fijo.
Ahora realizaremos movimientos oculares y de estabilidad visual. Para ello nos sentamos y sostenemos una tarjeta o una pelota en cada mano. Extendemos los brazos hacia la altura de nuestros ojos y miramos el objeto y luego el otro, pero lentamente. Debemos repetir el proceso entre 10 a 15 veces en cada dirección.
Para realizar los ejercicios de giros. Nos colocaremos de pie y giraremos 90 grados hacia la derecha y luego hacia la izquierda, rápidamente. Caminamos y repetimos el ejercicio con la cabeza, primero miramos hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
Es hora de trabajar el equilibrio dinámico. Nos colocamos de pie y caminamos un trayecto corto primero con los ojos abiertos y posteriormente con los ojos cerrados.