El derecho a la igualdad es aquél derecho individual del ser humano de ser reconocido como igual ante la ley, sin discriminación por motivos de origen, etnia, color, género, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición.
Este derecho fue una de las principales reivindicaciones en la Revolución Francesa, junto con la fraternidad y la libertad, inspirada en los constitucionalistas y humanistas ilustrados.
En la normativa internacional está reconocido en la Declaración Universal de la ONU del año 1948.
Este derecho tiene como objetivo proteger a las personas de la explotación, de la marginación, de la carencia de poder para participar y tener voz en las decisiones que afectan la vida pública y privada, de los estereotipos y de la violencia física y/o sexual.