Siempre será importante reconocer los problemas de salud que puede experimentar nuestro cuerpo. Mantener importante de los síntomas y causas de alguna enfermedad puede salvarnos la vida en muchos casos. Por esta razón en este post hablaremos de los Eosinófilos y las causas más frecuentes de esta afección a los glóbulos blancos, que si bien no grave siempre será de cuidado.
La eosinofilia es una enfermedad en la que el nivel de eosinófilos, que son uno de los cinco tipos de glóbulos blancos que permiten combatir otras enfermedades, está más alto de lo convencional. Cuando existen niveles altos de eosinófilos pueden presentarse en la sangre y en las arterias junto a las venas del cuerpo.
Las causas de la eosinofilia se dan cuando un gran número de eosinófilos se envían a un lugar específico del cuerpo o si la médula ósea genera demasiados eosinófilos. Otra causa puede ser la destrucción de sustancias extrañas, pues los eosinófilos pueden consumir sustancias extrañas sobre todo las relacionadas con la infección de un parásito.
Los eosinófilos tienen la misión de ayudar a promover la inflamación que desempeña un papel importante para aislar y controlar un sitio de la enfermedad, pero la inflamación también podría dañar los tejidos. La mejor manera de detectar la eosinofilia es tomar una muestra de tejidos durante un procedimiento de exploración o en muestras de ciertos fluidos como el moco liberado de los tejidos nasales.
Hay que tener un cuidadoso control, pues los trastornos en el sistema inmunológico, tales como alergias o resfriados, puede ser un factor determinante para hacer crónica la inflamación. También existe una importante relación con otro tipo de alergias como el asma. De todos modos no se descarta nunca una visita al médico para realizar los análisis pertinentes para la detección de esta anomalía a tiempo.