Estos lentes se caracterizan porque en la parte inferior del lente se encuentra un pequeño fragmento o segmento de lente. Dependiendo de la gravedad de la miopía o la hipermetropía el tamaño y forma de ese fragmento puede variar. Existen diversos tipos: rectos medios óvalos, curvos, redondos, ejecutivos, panorámicos y ocupacionales. Cada uno de ellos es para un caso específico.
Posteriormente, se crearon lentes bifocales invisibles. Este tipo de lentes tiene casi oculto el segmento y más que nada fue creado con fines estéticos. Sin embargo, muchas personas optaron por él cuando se lanzaron al mercado y hasta el día de hoy son buscados por el público.
El problema de los lentes bifocales viene con la aparición de las computadoras. Normalmente, cuando se desea leer a una distancia muy corta, un libro por ejemplo, la persona tiene que mirar sobre los lentes para poder ver las letras pequeñas o colocar el libro a una altura más baja. Sin embargo, cuando se quiere leer algo desde la computadora, los lentes no tienen el mismo efecto. Esto se debe a que la pantalla está de frente hacia la persona y esto dificulta el efecto. Por ello, las personas tienen que inclinar su cabeza hacia arriba para que los lentes funcionen adecuadamente.
Los lentes bifocales han sido de mucha ayuda desde su invención a fines del siglo XVIII hasta el día de hoy. Aunque ahora el problema de la corrección de la vista pueda solucionarse a través de cirugía, aún es de gran utilidad para las personas con problemas de visión de miopía y hipermetropía.
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