La gracia de la dieta disociada es que prácticamente acepta cualquier clase de alimentos, siendo necesario que nunca sean mezclados entre sí en una misma comida. Esto no significa que puedes darte el lujo de consumir únicamente frituras, no es tan simple como suena, claramente también hay que cuidar los alimentos que serán parte de nuestro consumo diario.
Mediante la dieta disociada se quiere lograr que los depósitos de grasa en el organismo comiencen a eliminarse, aparte de eliminar agua. Esto último se puede traducir en el mejor de los casos en pérdidas de peso que pueden llegar a los cuatro o cinco kilos en un plazo mínimo de una semana, reduciendo el número de calorías que consumimos diariamente de manera considerable.
A todo esto solo queda conocer como podría ser el menú diario de quien realiza esta clase de dieta, tomemos este caso en el que las frutas toman un gran valor en la dieta diaria: para el desayuno consumimos rodajas de piña en estado natural acompañada de jugo de esta misma fruta sin azúcar; luego, para el mediodía se puede optar por merendar más porciones de fruta y para el almuerzo un filete de carne a la plancha, ensalada de vegetales, papas hervidas e infusión; para la media tarde se opta por un poco más de fruta al gusto y se cena un caldo de vegetales con pescado a la plancha e infusión. La receta puede variar, bien vale consultar otras alternativas para el resto de la semana.